domingo, 24 de mayo de 2009

La dignidad de los nadies - reacciones imprevistas ante abusos del poder

Me he adelantado a los hechos. Pagué $10 por un pasaporte al festival Encuentros del otro cine (EDOC), sólo he ido a 3 funciones ("de a dos dólar") y se termina hoy. La próxima pago por lo seguro y no por lo que me propongo ver... Pero no hay pérdidas, sólo ganacias: He conocido a personas que decidieron bajarse del mundo y encontrar a otras que decidieron hacer lo mismo.

FRAUDE, sobre el adulterado proceso de las pasadas elecciones presidenciales en México, es un documental bastante propagandista a favor de Andrés Manuel López Obrador, denominado a vox populi el "presidente legítimo de México".
Es clara la intención del director Luis Mandoki: la reivindicación de AMLO. Pero, ¿se puede hablar de visión parcializada cuando la gran mayoría de la documentación de este filme fue aportada por ciudadanos mexicanos, de ese país donde al menos la mitad de la población considera a Felipe Calderón como un "espurio"?
Realmente la sensación que deja este documental es de llegar a conocer la "otra cara" de la noticia, de la cual los medios de comunicación sólo reportaron el bloqueo de las calles en México como si de un pequeño grupo revoltoso se tratara.

"Bola de flojos, que se pongan a trabajar" le grita una señora a la cámara desde su carro en la Av de la Reforma de la Ciudad de México, obstruida por la manifestación. Entiendo su fastidio: si nos bloquean las calles llegamos tarde al trabajo, a la universidad, a la casa... lo útil está en el destino fijo, no en algo incierto y de dudosa eficacia como es la democracia. Pero yo disculpo las molestias, la democracia está en constucción, sólo trabajando por ella se podría intentar decir "soy libre soy libre soy libre SOY LIBRE!"

Manifestante con su hija en brazos: "No es tanto por Andrés Manuel López Obrador, lo hacemos más por nosotros; porque estamos cansados que nos vean la cara, que se burlen de nosostros."
Periodista: "¿Y no le da miedo la muchedumbre, por los niños?"
"No me da miedo, somos parte de la muchedumbre".
ORGULLO, un sentimiento valioso dejado por este film.

Aunque no caigo en sentimientos derrotistas tiro "eso no pasa en Ecuador", sí estaba un poco desanimada... hasta que vi "UNDER RICH EARTH"

Sinopsis

"¿Qué pasa cuando una compañía minera virtualmente desconocida recauda millones de dólares en Toronto para financiar un proyecto en Ecuador, el cual campesinos locales están determinados a frenar? ¿Hasta dónde irá la compañía para imponer su visión de progreso y obtener ganancias? Bajo Suelos Ricos cuenta la historia de un extraordinario choque entre familias campesinas y la poderosa industria minera global. En un remoto valle en Ecuador, campesinos se enfrentan con la posibilidad de serán forzados a dejar sus tierras fértiles para abrir camino a un proyecto minero. Determinados a defender la tierra que ha sido colonizada por sus abuelos, ellos se unen y arriesgan sus vidas para detener la compañía minera. Su resistencia los lleva a un histórico enfrentamiento con un bando de paramilitares armados y escondidos en el bosque nublado. Apasionado y provocativo, Bajo Suelos Ricos trae las voces críticas de las personas cuyas comunidades están divididas por fuerzas globales."

El coraje demostrado por la gente ecuatoriana en este film sobrepasa incluso al del pueblo mexicano, un grupo de personas impidiendo que hombres armados contratados por la empresa minera en cuestiòn entren a su comunidad. El desarme pacífico de 150 hombres armados por parte de la población desarmada de Intag. Proezas enormes documentadas por el canadiense Malcolm Rogge, que utilizó muchas fotos de una viajera alemana también interesada en la comunidad.

Reflexiones sobre la inmensa sabiduría encontrada en lo que los demás llaman "masa", el desigual acceso a las tecnologías y los medios de comunicación... en fin, mi mente divaga entre el desánimo y la esperanza.

Con estos dos filmes, he quedado absolutamente convencida de que la manta del poder es aún más grande de lo que pensábamos; que creíamos que nos cobijaba cuando en realidad no dejaba crecer nada bajo su sombra.

*Quedaron pendientes: One man band y LUCIO (sobre Lucio Urtubia, el anarquista que estafó a Citibank).





PAPERCUTS-You can have what you want

jueves, 14 de mayo de 2009

¿Qué le pasa al señor? Reacciones predecibles ante abusos del poder


En la fila del banco lo hacen esperar una hora de pie y al llegar -¡por fin!- a la meta, le meten gol: "No se pueden hacer pagos sólo en esta sucursal, en todas las demás sí. Falla del sistema". La voz detrás del cristal no se inmuta ante los reclamos del rábido y empequeñecido cliente, raya en cínico desdeño cuando contesta con un helado "Siguiente". Y el próximo se acerca poco divertido ante el contraste entre aquella ventanilla y la boletería de un cine. El señor sigue hacia la puerta llena de pegatines del logo bancario hablando de negligencia, abuso y otros conceptos aprendidos de abogados. Nadie mira al otro buscando complicidad, siguen en sus propios asuntos, aún coincidiendo. Y en la afásica coexistencia se tensa el ambiente: la incomodidad y el sentimiento de impotencia propio de los que pensamos "ahora ya sé, pero ¿se aplicará a mi caso?" "si digo algo igual me tendría que ir a otra sucursal así que qué gano" "después me atiende de mala gana".



La gélida voz llama al guardia, experto en la relación ventanilla-trámite y le da instrucciones perfectamente audibles para todos nosotros -que seguimos parados- y aún así reaccionamos con sorpresa ante la indicativa del guardían: "No se pueden hacer pagos por hoy". La poca diferencia de alturas no impidió que reconociéramos a nuestra nueva autoridad bancaria o quizás ayudó a contribuir al diálogo porque empezamos a preguntar "¿Y la luz?" "¿Y el agua?" "¿El internet?" "¿La tarjeta también?" Y sentimos un ligero alivio ante la atención personalisíma, porque el guardia -aunque serio- estaba presto a contestar cualquier inquietud. Alguno que otro "¿ya ve?", "uh, entonces AHORA me toca irme a otro lugar" pero en fin comentarios que trababan complicidad en vez de caldear venas. La revolución no se hizo y el primer mártir no fue llorado. Las víctimas no gustan, no hay víctimas.


Los problemas se solucionaron con bastante tranquilidad y orden, ¿qué horas hemos desperdiciado realmente si sirven para desperdiciarlas? Y mira, afuera del banco espera un chiclero que ya no hace sonar sus Tic Tac (legítima inquietud: ¿habrá una ordenanza en contra de eso?) y secretamente le agradeces a la voz que llamó al guardia porque hubieras tardado en preguntar tú mismo, agradeces las fallas que sirven para confirmar la necesidad del sistema. Todo afuera es linda, céntrica "regeneración urbana" de progeso en vez de buen nombre para banda anarco-punk y compras un cigarrillo cual pequepensante y fumas las contrariedades... exhalas para adentro: "El señor tenía razón, pero para qué enojarse."
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