
to the happy few...
Los "bloggers" son exhibicionistas. Los escritores, columnistas, poetas son exhibicionistas. Es más, todos los que publicamos somos exhibicionistas en gran parte.
Entonces, ¿por qué, si para mi ésa no es una característica admirable, me les he unido? Porque si lo hago a nadie le interesa. Este punto es esencial: no tengo pretensiones. Cada vez que leo, veo o escucho algo y me da la impresión de que el creador ha insertado algo que considere "audaz e inteligente" y que sabe que por esto el público lo considerará "increíble" (será "muy chévere" hasta el próximo "muy chévere") entonces pierde gran parte de su encanto para mí. Quizás por eso no me gustó "Vicky Christina Barcelona".
Cuando se escribe por gusto (porque le gusta o por hacer un escrito inútil o las dos cosas sin que sienta uno que está haciendo lo segundo), existe un deseo de hacer un magnífico despliegue de conocimiento variado o específico, coherente o... ¿¿"profundo"?? ¿Cómo se suele llamar la falta de coherencia que adoro? Cualquiera que sea el estilo, dentro del blogger se da la tendencia del despliegue de conocimiento variado... tan variado que es incoherente, es un universo animado. Acabo de notar que MI BLOG ES ALGO VIVO. Note to self: A nadie le interesa.
Conozco a alguien que se hace llamar comunista viviendo en una mansión en Los Ceibos (bueno, en realidad conozco a algunas personas así) que, como muchos en Ecuador, tiene un muy mal concepto del "pueblo". Textual: "Aquí en el Ecuador el pueblo no es pueblo sino que es masa (copy & paste de un profesor que teníamos en común) lo que necesita el Ecuador es un dictador porque ellos no saben lo que está bien para ellos, siempre eligen mal... el chistecito de la democracia se les debe acabar". Un pensamiento recurrente en periodo de elecciones y que lo han llegado a compartir tanto la derecha como la izquierda (unos incluso invocando a Pinochet). Y mis preguntas siempre fueron: "¿Por qué, si tienes tan mal concepto del pueblo, te interesa lo que pase con él? ¿Acaso tú sabes puntualmente cada una de las necesidades del pueblo, o alguien los sabrá en su totalidad junto a la fórmula de solución? ¿Por qué te distancias del "pueblo" como si fuera peste, a caso no eres parte y producto de él? ¿Quién será acaso ésta persona mesiánica y benevolente? ¿TÚ? ¡Oh, sí! ¡Sálvanos!" Ésta última pregunta era muy mal recibida por ella, me lanzaba una mirada furiosa cuando tocaba una de sus aspiraciones: un día, estando borracha, me tendió la mano dándose a conocer como "la futura presidenta del Ecuador" (¿Será un deber patriótico hacer públicas sus aspiraciones dictatoriales una vez candidatizada o será una traición a la intimidad de una tarde de cervezas?). Yo, en día de elecciones, he decidido ser más honesta conmigo misma y admitir que me gusta escribir. Sin pretensiones o aspiraciones, ni fingiendo que tenga algo que decir. Y con estas palabras, nace mi pequeño universo letrado con un acto tan significativo como el del bautizo de los mocasines Bunky, Venus o Pony del colegio: Pisotéandolos para que se ensucien. Mi única meta.
Los "bloggers" son exhibicionistas. Los escritores, columnistas, poetas son exhibicionistas. Es más, todos los que publicamos somos exhibicionistas en gran parte.
Entonces, ¿por qué, si para mi ésa no es una característica admirable, me les he unido? Porque si lo hago a nadie le interesa. Este punto es esencial: no tengo pretensiones. Cada vez que leo, veo o escucho algo y me da la impresión de que el creador ha insertado algo que considere "audaz e inteligente" y que sabe que por esto el público lo considerará "increíble" (será "muy chévere" hasta el próximo "muy chévere") entonces pierde gran parte de su encanto para mí. Quizás por eso no me gustó "Vicky Christina Barcelona".
Cuando se escribe por gusto (porque le gusta o por hacer un escrito inútil o las dos cosas sin que sienta uno que está haciendo lo segundo), existe un deseo de hacer un magnífico despliegue de conocimiento variado o específico, coherente o... ¿¿"profundo"?? ¿Cómo se suele llamar la falta de coherencia que adoro? Cualquiera que sea el estilo, dentro del blogger se da la tendencia del despliegue de conocimiento variado... tan variado que es incoherente, es un universo animado. Acabo de notar que MI BLOG ES ALGO VIVO. Note to self: A nadie le interesa.
Conozco a alguien que se hace llamar comunista viviendo en una mansión en Los Ceibos (bueno, en realidad conozco a algunas personas así) que, como muchos en Ecuador, tiene un muy mal concepto del "pueblo". Textual: "Aquí en el Ecuador el pueblo no es pueblo sino que es masa (copy & paste de un profesor que teníamos en común) lo que necesita el Ecuador es un dictador porque ellos no saben lo que está bien para ellos, siempre eligen mal... el chistecito de la democracia se les debe acabar". Un pensamiento recurrente en periodo de elecciones y que lo han llegado a compartir tanto la derecha como la izquierda (unos incluso invocando a Pinochet). Y mis preguntas siempre fueron: "¿Por qué, si tienes tan mal concepto del pueblo, te interesa lo que pase con él? ¿Acaso tú sabes puntualmente cada una de las necesidades del pueblo, o alguien los sabrá en su totalidad junto a la fórmula de solución? ¿Por qué te distancias del "pueblo" como si fuera peste, a caso no eres parte y producto de él? ¿Quién será acaso ésta persona mesiánica y benevolente? ¿TÚ? ¡Oh, sí! ¡Sálvanos!" Ésta última pregunta era muy mal recibida por ella, me lanzaba una mirada furiosa cuando tocaba una de sus aspiraciones: un día, estando borracha, me tendió la mano dándose a conocer como "la futura presidenta del Ecuador" (¿Será un deber patriótico hacer públicas sus aspiraciones dictatoriales una vez candidatizada o será una traición a la intimidad de una tarde de cervezas?). Yo, en día de elecciones, he decidido ser más honesta conmigo misma y admitir que me gusta escribir. Sin pretensiones o aspiraciones, ni fingiendo que tenga algo que decir. Y con estas palabras, nace mi pequeño universo letrado con un acto tan significativo como el del bautizo de los mocasines Bunky, Venus o Pony del colegio: Pisotéandolos para que se ensucien. Mi única meta.
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